miércoles, 18 de julio de 2007

Asustando al personal


"Escalofrío" (The tingler, 1959)

Vincent Price, un rostro y todo un icono que, con su sola presencia, ya justifica la visión de una película. Y antes que el terror de serie B y adolescente se convirtiera en sinónimo de tripas y sangre, hubo otro tipo que se inventó varias estratagemas para atraer el público, preferentemente joven, a ver sus obras, hechas como no, con cuatro centavos.
Rodeado de una cierta ingenuidad fascinante, y recordando que el cine había nacido como espéctaculo de feria, el avispado William Castle, director y productor, quedó marcado cuando en compañía de Robb White, que se convertiría también en su guionista habitual, vio “Las diabólicas” de Henri Clouzot (1955).
Ni corto ni perezoso, decidió que los sustos e impresiones debían ser algo más físicos para el espectador, y se inventó los gimmicks, o trucos publicitarios, con los que asustar convenientemente al personal. El primero más sonado fue en “Macabro” (1958), donde se les ofrecía a los “valientes” que se atrevían a verla una póliza de vida de 1.000 dólares por si les ocurría algo durante la proyección. Quedaban exentos los enfermos del corazón.

En “House on the hounted hill” (1959) se sacó de la manga, y tirando de varios hilos, el Emergo, un esqueleto que revoloteaba por encima de las plateas. En “13 ghosts” (1960), el Illusio-O, unas gafas parecidas a las 3D que permitían identificar a los espectros que aparecían a lo largo del metraje. O los espectadores decidían con sus votaciones si el criminal de "Mr. Sardonicus" (1961) debía pagar o no por sus fechorías. Bien atado tenía Castle el resultado del plebiscito, pues algunas fuentes aseguraron que no había rodado ese supuesto final alternativo en el que el villano se libraba de su condena.
“Escalofrío” (The tingler, 1959) es una de sus películas más valoradas. Vincent Price interpreta al Dr. Warren Chapin, un ambiguo científico loco, de cuya verdadera naturaleza, íntegra o malvada, no conoceremos hasta el final. Sus investigaciones descubren que el miedo genera un parásito que nace y se reproduce en la columna vertebral.
Hay que conceder tolerancia a muchas de sus imágenes, como la poca lograda materialización del bichejo en cuestión, o el hecho que su sustracción del cuerpo humano se haga en un abrir y cerrar de ojos, y sin sangre, como aquel que deposita y saca un objeto de una simple caja de zapatos. O a algunas de las últimas escenas, en el interior de un cine, a oscuras, y con Vincent Price pidiendo al público (real) que grite para salvar sus vidas. El grito es lo único que puede mermar al susodicho parásito.

Mientras, Castle introdujo algo de color (rojo para la sangre) en sus imágenes en blanco y negro, y sobe todo se las ingenió para colocar un dispositivo eléctrico en las butacas con el que simular el hormigueo característico de un estremecimiento.
Un cineasta que realizó su propia teoría sobre las raices del miedo, o como el marketing puede convertir el plomo en oro. Pero una figura entrañable, fuente de inspiración, por sus efectos en la propia sala, o en forma de remakes. Incluso el film “I saw what you did” (1965) inspiró el de otra conocida saga de terror, “Sé lo que hicisteis el último verano”. Joe Dante homenajeó su particular talento en "Matinee", o John Waters ideando el “odorama”, una tarjeta con varios olores que se entregaba al público en “Polyester” (1981), y donde lo más olido fue su propio fracaso como experiencia.

Valoración: ( ** )

(*****) Obra maestra. Disfrute total.
(****) Me ha gustado muchísimo. ¡Una maravilla!

(***) Me ha gustado. Buena película,
(**) Me ha gustado, pero con reparos.

(*) No me ha gustado, pero tiene sus "cosillas"
(●) No me ha gustado nada, pero si le apetece, usted mism@

12 comentarios:

Rosenrod dijo...

Cine sub-género Z; y sin embargo, con un encanto muy especial. Precioso homenaje el del añorado Joe Dante.

Un saludo!

travismagee dijo...

Hola, amigo,

No he visto esta peli, y mira que he visto a Vincent Prince en el cine.

Un saludo a todo/as.

Travis (Iñaki)

Hatt dijo...

Que grande Price siempre...

Por cierto, que en otra película no recuerdo ahora cuál aparecía alguien en la sala de repente caracterizado como un personaje de la película y creo que para Terremoto también inventaron un cierto movimiento de las butacas. Había que luchar contra la televisión y aportar cosas que ésta no pudiera ofrecer...

Carles Rull dijo...

Rosenrod: Muy entrañable el homenaje de Joe Dante, y es que varias generaciones de cineastas, y espectadores, crecieron con este tipo de productos.

Travismagee: Me extraña que usted no la haya visto. Igual si algun día se pone a ello, seguro que alguna de las escenas le acaba sonando.

Hatt: No recuerdo ahora esa referencia, pero en el estreno de "The tingler", sí que el mismo Vincent Price llegó a aparecer en la sala, en medio de esas escenas finales, de pánico entre el público.
Lo de "Terremoto", y alguna más, como "Montaña rusa" fue el sonido llamado sensorround. Era técnicamente caro y tampoco llegó a cuajar.

Saludos.

BUDOKAN dijo...

A mi este film me ha encantado porque no sólo me considero un gran admirador del gran Price sino también del director William Castle. Hay una parte extremadamente cinematográfica y emotiva que es la que se pide a la sala que grite. Terror puro. Saludos y gracias por recordar este film.

Anónimo dijo...

Pues te diré, Carles, que el no haber visto (cuestión de haber nacido tarde) ninguna película de Castle en un cine es una de mis mayores lamentos. Considero a Castle un genio sin talento fílmico. Un visionario adelantado a su tiempo que profesaba un amor al cine como poco más sintieron. Rodar con 4 dólares fue un gran mérito. Lograr sorprender con sus ensoñaciones casi ridículas fue un milagro entrañable. Conseguir, además, películas tan estimables como "House on Haunted Hill" es digno de admiración. Como admirable es el maravilloso homenaje que le dedicó Joe Dante. Qué buena es "Matinee", Dios.

Acertado homenaje, aunque haya sido a costa de una de sus más flojas películas.

Un abrazo, Carles.

Carles Rull dijo...

Budokan: Un juego para atraer al espectador que se convierte casi en metacine. Revela su artificio, pero también permite de pasada el intentar ir más allá, traspasando la pantalla y las leyes de la narración cinematográfica para acercarse a la realidad.

Álex: También "llegué" tarde para ver esos estrenos; aunque no estoy muy seguro que aquí llegaran con todo el esplendor de sus trucos. Tampoco he experimentado alguna de esas sesiones maratonianas de cine de terror con trucos, algunos basados en los de Castle, como escobas debajo de las butacas, apariciones de personas disfrazadas en la sala, el voleteo de algun artilugio encima del patio de butacas... ¡Mecachis! Ahora que pienso, siempre he visto películas de miedo de la manera más convencional.

Un abrazo.

Rosenrod dijo...

Y la verdad es que no se puede negar que esas sesiones concebían el cine, desde el punto de vista del espectador (al fin y al cabo, para Castle no dejaba de ser algo empresarial), con una perspectiva entrañablemente lúdica, en las antípodas del estiramiento elitista que tanto daño hace a la cinefilia.

Un saludo!

Carles Rull dijo...

Rosenrod: TOTALMENTE DE ACUERDO. Soy poco amigo de condenar una película sólo porque haya cometido el "pecado" de ser demasiado comercial o ganar "oscars"; o de valorar únicamente todo lo que huele a cine de autor, independiente o con presunto mensaje.
Simplemente, es que hay buen y mal cine comercial, y cine de autor (o más arriesgado) también bueno y malo. Y el público también debe decir algo al respecto, no sólo la "élite" cinéfila. Porque, guste o no, el cine a lo largo de su Historia también se basa en su vertiente popular, de icono o reflejo de una generación, de unos aprendizajes, incluso sentimentales...

(Por cierto, hay una revista, cuyo nombre no citaré, cuya edición en castellano ha aparecido hace poco, y que ya desde el primer número precisamente me da a mí que quiere hacer gala de ese "estiramiento elitista").

Anónimo dijo...

Price es cojonudo

Alfredo dijo...

hola

despues de unas semanas perdido vuelvo al blog. espero sigan tus visitas

con respecto a price el es unico, escucharlo y verlo es talento. de hecho en mi blog comento acerca de el.

un saludo

Carles Rull dijo...

Jordi M. Novas: ¡Sí señor!

Alfredo: Y he leído en su blog que ha estado ausente por motivos de trabajo. Bienvenido a píe de cañón, por aquí, en la blogosfera.

Saludos.