miércoles, 4 de julio de 2007

Esclavos del dólar

"Vivir para gozar" (Holiday, 1938)

Yo, de mayor quiero ser como el personaje de Johnny Case que interpreta Cary Grant en “Vivir para gozar”, de George Cukor. El joven, que ha llegado a los treinta trabajando desde los 10, tiene un sueño: reunir dinero para dejar el curro y disfrutar de la vida aprovechando que aún es joven.
También hay que señalar que es un prototipo de hombre tan entusiasta y divertido como honesto y galán. La perfección hecha… Cary Grant. Y si a su lado está la maravillosa Katharine Hepburn, mejor que mejor. Una Katharine rebelde, soñadora, con carácter, y a la vez vulnerable y sufrida.
Ella pertenece al linaje de los Seton tan escandalosamente rico,
desde la iniciativa del abuelo fundando un imperio de las finanzas, como atado a las convenciones sociales y las servitudes del hacer dólares.
Y allí está el buenazo de Cary Grant, que da una cabriola en el aire cada vez que las cosas se ponen feas, para revolucionar con su intención de casarse con la rubia hermana de la Hepburn,
Julia (Doris Nolan), las convicciones y normas de la parentela de los Seton, representantes modélicos del capitalismo.

Los Seton son meras estátuas de granito: rígidas frívolas, superficiales y aburridas, casi asemejándose a nobles antes de la Revolución Francesa. Mientras que Johnny Case y su pareja amiga, los Potter (Edward Everett Horton y Jean Dixon), son los amigos genuínos y entrañables pertenecientes al populacho, eso sí, a la plebe más acomodada.
Estupendos diálogos e interpretaciones del Hollywood de cartón y piedra más dorado, y de ese que ya no volverá. Magnífica realización como el travelling lateral que sigue al hipócrita primo de los Seton (Henry Daniell) subiendo las escaleras junto a su arpía esposa mientras van despotricando contra unos y otros, sólo para cambiar automáticamente su discurso por formas educadas y halagos cuando se encuentran con los criticados.
El problema es que el ritmo e interés, avanzando hacia lo previsible, decae considerablemente a partir de la media hora final, pero aún así es un gran George Cukor, inmejorable anticipo de lo que vendría dos años después, también con Cary Grant y Katharine Hepburn, en “Historias de Filadelfia”.

Valoración: ( *** )

(*****) Obra maestra. Disfrute total.
(****) Me ha gustado muchísimo. ¡Una maravilla!

(***) Me ha gustado. Buena película,
(**) Me ha gustado, pero con reparos.

(*) No me ha gustado, pero tiene sus "cosillas"
(●) No me ha gustado nada, pero si le apetece, usted mism@

7 comentarios:

Rosenrod dijo...

Así que le gustaría ser como Cary Grant, ¿eh? ¡Anda, que no sabe usted ná...! :)

Un saludo!

Carles Rull dijo...

Rosenrod: Para ser exactos, una mezcla entre Cary Grant, Humphrey Bogart y Sean Connery !!! :D

alicia dijo...

No hay ni una sola de las películas de Katharine Hepburn y Cary Grant que no me gusten, y esta no es una excepción,¡ qué maravillosos eran! Sin duda eran el espíritu de la screwball. Les adoro

Carles Rull dijo...

Alicia: Lo peor es pensar que, los dos juntos, no volverán a repetirse en pantalla.
Lo mejor, darse cuenta que sus películas (como "La fiera de mi niña", "Historias de Filadelfia"...) nunca cansan al verlas de nuevo.

BUDOKAN dijo...

Creo que la película parte de una base argumental que tiene todo para ser una obra maestra pero como dices no llega nunca a encontrar el ritmo adecuado. Saludos!

Carles Rull dijo...

Budokan: Así es. Y a su favor también un reparto, y unos diálogos irrepetibles, con un encanto especial, pero sin llegar a obra maestra.

Saludos.

Argentine Translator dijo...

Qué nombres! Cary Grant y Catherine Hepburn. La edad de oro del cine. Me hacen acordar a mis abuelos y sus relatos de juventud, cuando iban a ver estas películas, que hoy son legendarias. Saludos cordiales. AT