jueves, 9 de noviembre de 2006

Crítica: " Palíndromos "














¡ Bienvenidos al mundo ‘friki’
de Todd Solondz! No esperen encontrar caras y cuerpos atractivos, ni personajes tan siquiera normalillos, o situaciones fácilmente asimilables.
Tampoco resulta cómoda de ver. Y, lo peor de todo, no es tan rara como parece. En la frase, hecho o personajes más inesperado nos podemos dar por aludidos.
“Palíndromos” es un cuento envenenado en un mundo feroz. Así de contundente: hay obesas bellas durmientes que despiertan en un bosque encantado; o pederastas con inclinación por la sodomía que, con la escopeta y balas a mano, se convierten en el soñado cazador de su caperucita.
Y ¿a quién más que a este retorcido de Solondz se le puede ocurrir resolver de manera tan negrísima una escena como la última aparición de un tal Dr. Fleisher (Stephen Singer), especialista en abortos, mientras juega con su esposa e hijos? Por supuesto, nadie que sea políticamente correcto.
Solondz, cuya mejor obra sigue siendo “Happiness”, es un fustigador del conservadurismo y también un anonadado observador de conductas humanas que desprecia, algunas tan difíciles de tratar como la pederastía; pero sus maneras de llevarlo en imágenes es desconcertante, y más, en en un público, el actual, que acepta cualquier tipo de violencia en pantalla, pero que aún siente muchos tabús en lo referente al sexo o a la religión.

Nunca cambiamos.

El punto de partida es una cámara de video casera que graba a un niño, con gafas y pinta de sabelotodo, que suelta un pequeño discurso. Poco después sabremos que se trata del funeral de una muchacha que, que supuestamente se suicidó al quedarse embarazada por una violación. Y ello nos conduce a la decisión de su amiga, Aviva, la chica de 12 añosa protagonista, de tener un bebé para asegurarse que, cuando crezca, haya alguien la quiera.

Es sólo el principio de una película que es un “palíndromo”, como las palabras o frases que se leen igual de derecha a izquierda que a la inversa (como “Aviva”, el nombre de la protagonista, o “Dábale arroz a la zorra el abad”), para decirnos que cada uno somos lo que somos. Empezamos siendo de una manera y, en el fondo, jamás cambiamos.
La misma Aviva irá mutando de cuerpo y rostro (está interpretada por hasta seis actrices distintas). Y aunque varie su forma, incluso transformándose en una adolescente de raza negra, el contenido siempre es el mismo.
Aviva es siempre imperfecta en su belleza y fealdad, en sus virtudes y vicios, como el resto de personajes que deambulan en la historia: la madre (una recuperada Ellen Barkin), una mujer posesiva que es el ogro que atormenta; o una familia, los Sunshine, de apariencia idílica, que recogen a niños tullidos y sin hogar, para salvarles y adoctrinarles, manteniendo un nada disimulado paralelismo con el maravilloso clásico de Tod Browning “Freaks, la parada de los monstruos”.
No tienen desperdicio las escenas con los niños de la familia Sunshine cantando y bailando como si fueran la familia Trapp imitando el pop más melódico de los Back Street Boys; y sobre todo los pocos segundos donde aparece otro tal Dr. Dan (Richard Riehle), este antiabortista, uniéndose al ensayo de los chicos.

Sexo, abortos y vida.

Solondz, en una rara habilidad, nos conduce por varios géneros, de la comedia al drama e incluso al suspense, reflejado en esa escena de conspiración entre el adorado príncipe azul de Aviva, Joe/Earl/Bob (Stephen Adly Guirgis), y los supuestamentes intachables el Sr. Sunshine (Walter Bobbie) y el Dr. Dan.

O al cine negro, con la sequedad de los disparos de la policia matando sin previo aviso al sospechoso que, se supone, deben antes detener. También destacan suaves ideas de montaje para indicar el paso del tiempo, como los planos cortos de Aviva duchándose en el motel, o los cárteles de autopistas de varias ciudades norteamericanas para mostrarnos el avance de un trayecto.
Pero el cine, los personajes y la capacidad de transgresión de Solondz no serían lo mismo sin el sexo. Motor de la vida y fuente de inumerables obsesiones y perversiones. Algunos lo usan sólo para la reproducción, y en segundo plano está el placer. En cambio, para otros sólo cuenta el gozo, sin tener en cuenta las consecuencias.
Por ello no es de extrañar que la película esté impregnada de secretos, personajes reprimidos, y situaciones desconcertantes. Pero también de abortos, nacimientos y vidas no siempre deseadas. No es un cine fácil. Como seguramente piensan nuestros distribuidores a juzgar por la tardanza en estrenarse sus títulos. “Palíndromos” data de hace 2 años. Habrá quien piense que este Solondz está muy mal de la cabeza, que nos obliga a reflexionar mientras nos revolvemos en nuestra butaca. ¡Por suerte! ¡Y que así siga!



Valoración: ( **** )
Usted mism@ ( ● ) – Floja ( * ) – Se puede ver ( ** ) – Buena ( *** ) – Muy buena ( **** ) – Obra Maestra ( ***** )

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantan las películas que muestran una belleza no tan estereotipada como la que acostumbramos a ver en pantalla, lo grotesco también puede tener su encanto... Cuando ví el título de la película ya intuí que sería algo "diferente"...

Saludos desde Rod@ndo!

Carles Rull dijo...

Sayury: Lo cierto es que "Palíndromos" puede gustar más o menos, pero hay frases y momentos que sorprenden o impactan y te obligan a meterte en la película.
Sí, el cine de Solondz es totalmente "diferente".

¡ Un abrazo Sayury, y muchísimas gracias por visitar el 'blog'!

Anónimo dijo...

Sólo un apunte: el funeral que sale al principio de la película es el de Dawn, prima de Aviva, y protagonista de Welcome to the Dollhouse (del mismo director). Al final de la película, Aviva tiene un diálogo de los más interesante con el hermano mayor de Dawn, al que acusan de abusar sexualmente de su hermana menor (vamos, que nos muestra la evolución quye han seguido los presonajes de su primera película, aunque sea indirectamente).

David dijo...

A mi también me gusta mucho las películas y no tengo un genero en particular que me guste sino que veo diversas cosas. Cuando viajo trato de llevar varias pelis para no aburrirme y como tengo promociones vuelos espero poder ver varias películas en el avión asi se me pasa lo mas rápido posible

David dijo...

A mi también me gusta mucho las películas y no tengo un genero en particular que me guste sino que veo diversas cosas. Cuando viajo trato de llevar varias pelis para no aburrirme y como tengo promociones vuelos espero poder ver varias películas en el avión asi se me pasa lo mas rápido posible