domingo, 29 de octubre de 2006

Miradas: " Infiltrados "














Martin Scorsese sale de nuevo a las “malas calles”
, y si en “Gangs of New York” la incipiente metrópoli era, a mediados del siglo XIX, un hervidero de pandillas de irlandeses, italianos y nativos, certifica que 150 años después, aunque sea Boston en vez de la ciudad de los rascacielos, las cosas han ido a peor.

El espectro de rivalidades se ha extendido a las bandas afroamericanas, hispanas, asiáticas (o del este). Y que las “ratas”, que luchan por su trozo del territorio, no sólo se pasean en los barrios bajos sinó también en las altas esferas del poder.

Algo está sucediendo para que el cine norteamericano se inscriba o bien en lo políticamente correcto o bien en la ira y violencia más radical. La oscarizada “Crash” nos metía de lleno en un Los Ángeles de vidas cruzadas con personajes carcomidos por la tensión, un polvorín a punto de estallar en cualquier momento y el motivo más trivial.

América violenta.
Curioso es que otra película tan reciente, y de ínfimo presupuesto, como “Crank: veneno en la sangre”, ¿una soberana estupidez o una espídica parodia del género?, comparta con "Infiltrados” tantos elementos en común: desde un ritmo trepidante, a chistes fáciles sobre sexo, una violencia sin límites, lenguaje soez, sangre, adrenalina e incluso planos de manos cercenadas.

Claro que “Infiltrados” es visualmente atractiva, su ritmo impecable, el reparto de campanillas y su calidad parece fuera de toda duda.

Esencialmente, nos propone el juego del gato y el ratón entre dos topos. Uno es Billy Costigan (Leonardo DiCaprio), perdido y huérfano de lazos familiares, recién licendiado agente de la ley dentro de la mafia; y el otro Collin Sullivan (Matt Damon), igual de listo pero con ansías de arribismo y poder, apadrinado por el crimen organizado y actuando en el seno de la policia.

Las dos caras de una misma moneda, y la diferencia que hay entre los ‘valiums’ que se toma Costigan y el apartamento de lujo y la novia de ensueño que logra Sullivan. Convincente está DiCaprio, que ya demostró en “El aviador” su valía para personajes atormentados, y que aquí interpreta a un don nadie a quien pueden liquidar en cualquier esquina o bar. E igual de notable Matt Damon, muy cometido, que sabe como ocultar el estado de ánimo e inquietud detrás de su mirada. ¡Aunque el corazón vaya a estallar palpitando, hay que saber mantener el pulso firme! Como diría Costigan/DiCaprio.

Recital de personajes.
También es una película de contrastes, de personajes y escenarios, en el fondo parecidos. Por ejemplo, tenemos a dos íntegros oficiales de la policia, por un lado el capitán Ellerbyn (excelente Alec Baldwin), simpático y con una frase siempre a punto para provocar la risa de sus colegas o cadetes. Y por el otro, el vociferante y odioso sargento Dignam (¡un Mark Wahlberg que es la auténtica sorpresa del reparto!). Pero tanto Ellerbyn es capaz de perder repentina y brutalmente los nervios, como Dignam sabe mostrarse leal e intachable en los momentos más comprometidos.

Un punto y aparte es Jack Nicholson, como el ‘capo’ Frank Costello. O mejor dicho, el “festival” Nicholson, que disfruta como un niño expresándose en muecas y lenguaje grosero, dejando entrever las tendencias sádicas de su personaje, y diviertiéndose tanto con sus amiguitas de lujo como atosigando a recatados sacerdotes y monjas. El mismo Nicholson escapó del control del guionista, William Monahan, y director reescribiendo gran parte de sus diálogos y ampliando el peso de su personaje.

Y sólo correcta es la principal presencia femenina, Vera Farmiga como Madolyn, psiquiatra de policias y el nexo sentimental común entre Costigan y Sullivan, la misma moneda, y cuya mejor escena es un homenaje, en plano general corto, a “El tercer hombre”.

Nicholson aparte, hay que señalar que la mayoría de momentos y escenas más significativas de “infiltrados”, incluída una súbita y desconcertante sorpresa final, ya estaban en “Infernal affairs” (aquí titulada “Juego sucio” para su estreno en DVD), la película ‘made in Hong Kong’ en la que se basa.

Los que se han ido.
Si acaso en “Infernal affairs” pasaban años para los protagonistas y éstos se iban identificando cada vez más con su entorno y colegas, haciendo más explícita esa frase que pronuncia el mafioso Costello (Jack Nicholson) sobre que con una arma cargada en la mano no hay diferencia entre quien es el ladrón y quien el policia.

“Infiltrados” lleva impreso, por supuesto, el sello “Scorsese”. Es de factura brillante, contundente, llena de nervio, varonil y misógina en el mundo que retrata. Además de un espectáculo de dos horas y media muy entretenido, y una lección magistral de montaje (a pesar de “perdonables” errores de espacio y tiempo), obra de Thelma Schoonmaker, la colaboradora habitual de Scorsese.

El título original en inglés “The departed”, más metafísico (la única vez que aparece la palabra es en una tumba), se refiere a los que “han partido”, aquellos que nos han abandonado. Nos habla de los muertos, pero también de los vivos, de su propio infierno en la urbe, y quizás embarcados en un viaje sin retorno.

Pero va de “más” a “menos”. Las expectativas creadas ante una gran película u obra maestra no se cumplen. Acaba siendo sólo una buena película que poco aporta al universo “Scorsese” o al género, acepta su condición de mero entretenimiento, y recurre con (demasiada) facilidad a los excesos y a una puesta en escena pensada para deslumbrar.



Valoración: ( *** )
Usted mism@ ( ● ) – Floja ( * ) – Se puede ver ( ** ) – Buena ( *** ) – Muy buena ( **** ) – Obra Maestra ( ***** )

7 comentarios:

Rosenrod dijo...

Coincido en que no es la obra maestra que muchos se empeñan en ver, pero es una estupenda película. Scorsese sigue vivo, él sí que no está "departed". ¡Qué alegría!

Un saludo!

Carles Rull dijo...

Rosenrod: Así es,¡Scorsese sigue vivo! Y si gana finalmente el Óscar, esperemos que no se duerma en los laureles.

Un abrazo !

John Trent dijo...

Pues yo vere en breve si sigue vivo, que en realidad lo ha seguido siempre, por mucho que sus dos ultimas peliculas no fueran PELICULONES.

Estoy seguro, eso si, de que Infiltrados sera un PELICULON.

Carles Rull dijo...

JohnTrent: Pues prepárate porqué "Infiltrados" puede ser una de tus películas, y lo digo a juzgar por la fotografía que te identifica, de "Pulp fiction" (pulsar en "publicar un comentario en la entrada" para verla), aunque sean dos estilos de cine, Tarantino y Scorsese, bien distintos.
Sí, efectívamente, Scorsese siempre ha estado vivo, de lo más vivito y coleando, incluso en la irregular "Gangsters de Nueva York" o en "El aviador". Y confieso que "El aviador" me interesó más, en forma y contenido, que "Infiltrados".

John Trent dijo...

Pues si, Pulp fiction es mi pelicula favorita. Una de las grandes maestras indiscutibles de la historia del cine y, mira por donde, se estreno en los 90 (para que luego digan que hay obras maestras en esa decada).

Aumenta mis espectativas que propongas esa relativa comparacion. Y si, yo tambien estoy (casi) seguro de que Infiltrados me parecera brillante.

MVP dijo...

Vaya ritmo que tiene esta peli, ni un segundo de aburrimiento...Mark Wahlberg mi actuación preferida junto con Di Caprio, éste en la escena de la conversación con Costello en el bar se puso nerviosísimo por que Nicholson se fué de madre con el guión y prácticamente se lo inventó, afortunadamente le salió bien la improvisación ya que en la cinta dejaron esa toma y si la volveis a ver Leonardo está que se le caen los chorreones de sudor por la frente y al borde de una taquicardia y de gritar "QUE HACES JODER...ESE NO ES EL TEXTO; COÑOOOO!!!!".
En general me gustó mucho...sobre todo el final, que a punto de acabar piensas ¿Es que no hay justicia divina? y entonces BANG!- Ah , que alegría.

Carles Rull dijo...

Pues no conocía esta anécdota, Marta, pero viendo "Infiltrados", la verdad, me pareció notar, y mucho, que Nicholson había estado muy suelto (¡quizás demasiado!), ¡vaya! que ni Scorsese lo controlaba. Y es muy difícil que en una película norteamericana, y además con vocación de llegar a mucho público, que el malo no quede sin castigo (a no ser que sea pensando en una posible secuela, que no es el caso de "Infiltrados").

Y si de mi dependiera, ahora mismo le daba el Óscar, al mejor secundario, a Mark Whalberg.

Un abrazo !