jueves, 7 de septiembre de 2006

Crítica: " United 93 "














Se
puede decir que hay dos formas de cine, el de entretenimiento y el que aspira a convertirse en algo más personal, en arte. Y United 93, el documento filmado del inglés Paul Greengrass, afincado ya, con con diginidad, en Hollywood, se acerca más al segundo grupo.
La delicada temática refleja, casi en tiempo real, los últimos minutos del cuarto avión secuestrado por Al Qaeda para utilizarlo como misil humano, y el único que no logró su objetivo (quizás por que la fortuna hizo que este avión despegara también con media hora de retraso). El objetivo ese fatídico 11-S eran algunas de los más emblemáticos símbolos del mundo occidental, centralizados en tierra norteamericana, como las torres gemelas, el Pentágono y, en el caso de este 747, el capitolio. Todo en una fecha que cambiaría el mundo moderno.
Hay valentía por lo delicado del asunto. Y el artista, Greengrass, ofrece su peculiar visión sobre aquello que trata. Y lo hace siendo fiel a su estilo, el del formato más presuntamente objetivo como si se tratara de un documental. Imágenes directas, fotografía de luz natural, cámaras al hombro siguiendo a personajes y acción, y con personas más que personajes, que no son ni héroes ni villanos y que, en definitiva, son como cualquiera de nosotros.
Incluso los cuatro terroristas islámicos del United 93, a pesar de tener que actuar con contundencia, son mártires que creen defender una causa mayor y justa, contra la opresión económica, cultural y política del capitalismo.

Acto primero: Descontrol entre los controladores aéreos.


Los pasajeros son interpretados, como todo el elenco, por actores desconocidos, para evitar cualquier identificación y potenciar esa intención de documento cercano. Forman un grupo de individuos corrientes, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, del que podríamos formar parte cualquiera de nosotros, en un guión desprovisto de todo adorno y sentimentalismo innecesario. Aunque por suerte, no es tan fría como Buenas noches y buena suerte de George Clooney.

La mejor película de Greengrass sigue siendo todavía Blooday Sunday, que nos submergía en otro trágico suceso, la matanza de 14 civiles irlandeses en 1972 bajo los disparos indiscriminados del ejército británico. Pero United 93, por su proximidad en el tiempo, por su relevancia histórica, por su repercusión a nivel mundial, adquiere el valor de su película más importante. Greengrass, que firma también el guión y el montaje, se basa en testimonios reales (hay actores como Ben Slimey, Tobin Miller, Shawna Fox y media docena más que se interpretan a si mismos), las llamadas de los pasajeros a sus familiares y en la propia caja negra del avión, sólo se toma una licencia y es la de atribuir a los asustados pasajeros un último y desesperadamente humano intento de salvación: la de, sabiéndose que viajan hacia una muerte segura, reducir a sus secuestradores e intentar tomar el control del avión.

Acto segundo: una decisión a vida o muerte.

Asistir al desconcierto de los controladores aéreos, civiles y militares, que incluso tienen que conocer por televisión, a través de las imágenes de la CNN, lo que está ocurriendo (en unas escenas sencillamente impresionantes); y continuar con el pánico progresivo de los pasajeros y tripulación del avión secuestrado nos hace testigos privilegiados en primera persona de unos hechos Históricos hasta que conducirnos a un final que puede inundarnos de emoción.

Aunque haya simpatizantes de una causa u otra, aunque haya distintos bandos enfrentados, aunque la mirada que se nos ofrezca sea más cercana a la de la"mirada" occidental", United 93 nos recuerda que todos somos seres humanos.

Valoración: ( *** )

Usted mism@ ( ● ) – Floja ( * ) – Se puede ver ( ** ) – Buena ( *** ) – Muy buena ( **** ) – Obra Maestra ( ***** )

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