viernes, 23 de febrero de 2007

Clásicos: "Ariane" (1957)

También los maestros se toman un descanso de vez en cuando. Billy Wilder aparcó su característico y célebre humor caústico y corrosivo para realizar una sencilla comedia de exaltación al amor en “Ariane”, protagonizada por los no menos célebres Audrey Hepburn y Gary Cooper, acompañados por Maurice Chevalier.

La película arranca con unas imágenes de parejas en París, abrazándose y besándose por todas partes, y no me malinterpreten, que la producción data de 1957.
Un tono entre festivo y documental que se alarga durante casi toda la primera secuencia, hasta la entrada en escena de Chevalieur y Cooper. El primero como hábil dedective en casos de infidelidades extraconyugales, y fotografiando a distancia al segundo, un Cooper refugiado en su suite número 14 del Hotel Ritz de la capital francesa (también capital del amor, según el tópico de la época, y aún vigente), en compañía de su nueva amante.
No tardaremos en descubrir que el dedective Claude Chavasse (Chevalieur), tiene una hija, preciosa, llamada Ariane (Audrey Hepburn), a quien le comenta su nuevo caso, el del sujeto conocido como Frank Flanagan (Gary Cooper), el más peligroso y prolífico de su oficio, un “Picasso” del amor.

Cuando Wilder encontró a Diamond.
La naturaleza ingenua y romántica de Ariane, educada entre montañas de “literatura rosa”, la que le proporcionan los abundantes expedientes e informes que ha llevado su padre; y las fotografías de ese casanova que ilustran los archivos, harán que la joven quede prendada de ese devorador de mujeres aún incluso antes de llegar a conocerle.
El título original en inglés, “Love in afternoon”, refleja la condición de amante ocasional, durante las tardes, en que se convierte Ariane para Flanagan durante la estancia de éste en París; pero también contiene otro doble sentido sobre el descubrimiento tardio del amor por parte de un hombre que ya ha superado la primavera de su vida.
Con el tono amable y la atmosfera casi irreal de un cuento de hadas con que Wilder impregnó ya su “Sabrina”, desgrana una historia que también marcó el inicio de otra colaboración mítica, nada más, y nada menos, que la del propio Wilder con I.A.L. Diamond como guionistas. Juntos formaron no sólo una “extraña pareja”, sinó también la “pareja perfecta” en los guiones de “Con faldas y a lo loco”, “El apartamento”, “Uno, dos, tres”, “Irma, la dulce”, “Bésame estúpido”, “En bandeja de plata”, “La vida privada de Sherlock Holmes”, “Primera página”

El crepúsculo de Cooper.
Quizás el principal defecto de este primer encontronazo (dicho sea como superlativo de admiración), entre I.A.L. Diamond y el autor de “El crepúsculo de los dioses” sean algunos momentos de una comicidad simple, o la tendencia de Wilder en alargar las escenas, tal vez confiando demasiado en el carisma de sus actores protagonistas. En su momento, incluso la crítica llegó a mostrarse durísima con Cooper quien, a sus 55 años, se atrevía a enamorar a una Hepburn de 26. Se le tildó de “aletargado”, inconscientes que “Ariane” era también uno de sus últimos trabajos (siete más interpretó hasta su muerte, cuatro años después).
A parte del indudable atractivo de su reparto, siempre quedarán algunos diálogos y escenas tan ingeniosas como repletas de malicia, un poco recogiendo el “toque” Lubitsch (uno de los maestros de Wilder, por lo que no es casual que Chevalieur aparezca también en el elenco), a costa de maridos engañados o de rituales de apareamiento en esa suite número 14 el Ritz; eso sí, contando con la valiosa tarea de un cuarteto de músicos zíngaros, imprescindibles para todo seductor deseoso que su nueva presa cae irremediablemente rendida a sus píes, tocando para la ocasión una cálida versión de “Fascinación” (una vieja canción francesa, interpretada, en la banda sonora por Jane Morgan & The Troubadours).

Valoración: ( *** )

(*****) Obra Maestra – (****) Muy buena – (***) Buena – (**) Se puede ver – (*) Floja - (●) Usted mism@

T.O.: Love in the afternoon. EE.UU., 1957. Dirección: Billy Wilder. Guión: Billy Wilder y I.A.L. Diamond, según la novela de Claude Anet. Fotografía: William Mellor: Música: Franz Waxman. Intérpretes: Audrey Hepburn (Ariane Chavasse); Gary Cooper (Frank Flanagan); Maurice Chevalier (Claude Chavasse); Van Doude (Michel); John McGiver (Monsieur X); Lise Bourdin (Madame X). Bonifas (comisario de policia).

8 comentarios:

Donnie dijo...

Ohh para mí lo mejor es mi querida Audrey, me pierde cada uno de sus trabajos, aunque le tengo más cariño a unos que a otros...
Dos en la Carretera me encanta y Sola en la Oscuridad también.
Por supuesto sus clásicos My Fair Lady, Sabrina, Desayuno con Diamantes...pero en fin...

Una película muy maja en la que lo que verdad brilla, son sus actores y lo que dicen!

Saludos!!

Marco Velez dijo...

Gracias por tu comentario en Paris, Je t'aime y por hacer el cambio tan rapido en el link. Yo tambien me estoy viendo peliculas nominadas a los Oscars como Half Nelson (Ryan Gosling como Mejor Actor), Volver (Mejor Actriz para Penelope Cruz), Notes on a Scandal (2 Noms), Letters from Iwo Jima y The Last King of Scotland seran las proximas que reseñe. Por lo tanto por Oscars a la Carta.
Espero que discutamos la otra semana los ganadores de los Oscars. Yo pongo la lista en mi website (marcovelez.net).

Anónimo dijo...

Bonito recuento cinematografico, un saludo y mi voto.

Natalia Book dijo...

Yo también soy fan de Audrey, así que la película ya tiene algo a favor que puede compensar otras cosillas.
Está muy bien el apunte que haces del título. No se puede decir que lo traduzcan, simplemente lo cambian. Eso hace que pierda ese doble sentido que mencionas. Lo peor es que ya nos hemos acostumbrado. Ay, si cambiaran el título a los discos de The Smiths, o a las canciones de Dylan. ¿Seguiríamos igual de indiferentes?
Saludos

Alberto Abuín dijo...

Para mí es una obra maestra como la copa de un pino.

Hay una escena que siempre que la veo me echo a reir y no paro en días: la de Gary Cooper emborrachándose mientras escucha la grabación de Audrey contándole todos los ligues que ha tenido. Sensacional el cuarteto de músicos zíngaros que no dejan de tocar música en la habitación. Una escena larga sin una sola palabra que evoca al cine mudo.

En fin, gloriosa.

Carles Rull dijo...

Donnie: Resulta imposible no amar a Audrey.

Antonio Álvarez: ¡Muchas Gracias!

Natalia Book: De hecho, si hay un "título original" será por alguna razón, aunque luego venga un traductor/traidor y lo cambie. Pese a las 3 "estrellitas" que le he puesto, recomiendo muchísimo su visión.

Red Stovall: Yo mentiría si dijera que me parece una obra maestra. Pero tampoco miento si afirmo que me encanta que sí haya quien la considere así. Lo de la escena de la grabación de Audrey, jeje! Muy "fantasiosa" ella.

Un abrazo a todos !

Anónimo dijo...

Aisss, has tocado un punto sensible, porque llevo años intentado ver la pelicula y cuando finalmente obro el milagro de conseguir una copia... mi lector dedvd no la lee! :'(

Carles Rull dijo...

Freddyvoorhees: No desista! Alguna "copia" o algun "lector de DVD" habrá que funcione.