Crítica: "En busca de la felicidad"
El cubo de rubik o un cartel de la mítica “Toro salvaje” como símbolos distintivos de una época, inicios de los 80; y un actor Will Smith, como otro icono cinematográfico, éste actual, sea de los 90 o de inicios del siglo XXI, por su popularidad y ser un valor garantizado en taquilla.
Todo nos sitúa de lleno para “En busca de la felicidad”, o el último grito en drama de interés humano, perteneciente al subgénero denominado “basado en hechos reales”; y además, otra muestra más (ver “Noche en el museo”), del sub-subgénero de padre atribulado con problemas para encontrar su sitio en el mundo y con niño de por medio, o mejor dicho, a cuestas. Will Smith es Chris Gardner, un padre de familia que en 1981 tenía el agua hasta el cuello de facturas y deudas, habiendo invertido hasta su último centavo en unos carísimos escáneres óseos que casi ningún médico deseaba adquirir.
Arrastrando esos omnipresentes maletines blancos de 20 quilos arriba y abajo, con una esposa cansada por una vida que ya no la hace feliz (Thandie Newton), y una criatura de 5 años que lo contempla todo desde su perspectiva pura e ingenua, Gardner deberá hacer frente a mil y una adversidades para cumplir sus sueños: un trabajo como broker en Wall Street, y permanecer junto a su hijo.
La película reune todos los requisitos propios de un drama ‘made in Hollywood’ para impactar fácilmente en la audiencia, aunque Will haya recurrido a un director italiano, Gabriele Muccino (“El último beso”), esperando conferirle al producto un empaque diferente.
Huyendo de “felycidad.”
No importa que la película tenga sus trampas. Will Smith es demasiado simpático y su personaje demasiado inteligente para que lleguemos a dudar que es un fuera de serie que, tarde o temprano, alcanzará sus objetivos. Tampoco es un obstáculo que Will aparezca prácticamente en el cien por cien de todas las escenas, sólo cediendo en algunos instantes para otorgarle algun que otro plano al niño, tal vez cayendo en la cuenta que es su propio hijo (Christopher Syre Smith) , también llamado Christopher en la película.
“En busca de la felicidad” consigue, aunque sea por insistencia, que nos metamos en la piel de este pobre diablo, o no tanto, llamado Gardner; que vibremos y nos mantengamos en tensión en nuestras butacas durante las casi dos horas de proyección. Todo aderezado con una buena factura, dosis justas de sentimentalismo, incluso alguna divertidísima broma acerca de camisas y pantalones, y una notable música compuesta por Andrea Guerra (la que precisamente estoy escuchando al escribir estas lineas).
El toque de sarcasmo, seguramente involuntario, está en que la “felicidad” o esa “consecución del “sueño americano”, pasa no sólo en mantenerse unido a su hijo sinó en la consecución del dinero, y poder tener algun día una bonita mansión en la que criar a su retoño (fuera de ese barrio donde escriben “felycidad”, así, incorrectamente, con la primera “i” en griego).
Y la curiosidad es este prototipo de persona hecho para sufrir, para estar siempre en tensión y al borde del colapso. La prueba es que el trabajo de broker no es precisamente de los que le ponen a uno relajado y cómodo.
Teniendo en cuenta el tipo de película que es, y la óptima consecución de sus resultados, bien merece situarse por encima de otras propuestas parecidas que nos llegan desde “la industria”.
Todo nos sitúa de lleno para “En busca de la felicidad”, o el último grito en drama de interés humano, perteneciente al subgénero denominado “basado en hechos reales”; y además, otra muestra más (ver “Noche en el museo”), del sub-subgénero de padre atribulado con problemas para encontrar su sitio en el mundo y con niño de por medio, o mejor dicho, a cuestas. Will Smith es Chris Gardner, un padre de familia que en 1981 tenía el agua hasta el cuello de facturas y deudas, habiendo invertido hasta su último centavo en unos carísimos escáneres óseos que casi ningún médico deseaba adquirir.
Arrastrando esos omnipresentes maletines blancos de 20 quilos arriba y abajo, con una esposa cansada por una vida que ya no la hace feliz (Thandie Newton), y una criatura de 5 años que lo contempla todo desde su perspectiva pura e ingenua, Gardner deberá hacer frente a mil y una adversidades para cumplir sus sueños: un trabajo como broker en Wall Street, y permanecer junto a su hijo.
La película reune todos los requisitos propios de un drama ‘made in Hollywood’ para impactar fácilmente en la audiencia, aunque Will haya recurrido a un director italiano, Gabriele Muccino (“El último beso”), esperando conferirle al producto un empaque diferente.
Huyendo de “felycidad.”
No importa que la película tenga sus trampas. Will Smith es demasiado simpático y su personaje demasiado inteligente para que lleguemos a dudar que es un fuera de serie que, tarde o temprano, alcanzará sus objetivos. Tampoco es un obstáculo que Will aparezca prácticamente en el cien por cien de todas las escenas, sólo cediendo en algunos instantes para otorgarle algun que otro plano al niño, tal vez cayendo en la cuenta que es su propio hijo (Christopher Syre Smith) , también llamado Christopher en la película.
“En busca de la felicidad” consigue, aunque sea por insistencia, que nos metamos en la piel de este pobre diablo, o no tanto, llamado Gardner; que vibremos y nos mantengamos en tensión en nuestras butacas durante las casi dos horas de proyección. Todo aderezado con una buena factura, dosis justas de sentimentalismo, incluso alguna divertidísima broma acerca de camisas y pantalones, y una notable música compuesta por Andrea Guerra (la que precisamente estoy escuchando al escribir estas lineas).
El toque de sarcasmo, seguramente involuntario, está en que la “felicidad” o esa “consecución del “sueño americano”, pasa no sólo en mantenerse unido a su hijo sinó en la consecución del dinero, y poder tener algun día una bonita mansión en la que criar a su retoño (fuera de ese barrio donde escriben “felycidad”, así, incorrectamente, con la primera “i” en griego).
Y la curiosidad es este prototipo de persona hecho para sufrir, para estar siempre en tensión y al borde del colapso. La prueba es que el trabajo de broker no es precisamente de los que le ponen a uno relajado y cómodo.
Teniendo en cuenta el tipo de película que es, y la óptima consecución de sus resultados, bien merece situarse por encima de otras propuestas parecidas que nos llegan desde “la industria”.
Valoración: ( *** )
(*****) Obra Maestra – (****) Muy buena – (***) Buena – (**) Se puede ver – (*) Floja - (●) Usted mism@
20 comentarios:
Yo esta creo que la valoré un poco más, pero a grandes rasgos coincido contigo.
Creo, eso sí, que hay grandes escenas, como la del w.c. del metro, que es para que se te encoja el corazón un rato largo.
Por lo demás, el final ya lo sabes antes de empezar a verla, no te va a sorprender en eso, es en la narración en lo que destaca. Y el hijo... si su padre a su edad tuviese ese talento, ahora hablaríamos de un pedazo de crack.
The thing: También me alegra coincidir con usted (no va a suceder siempre), pero para eso estamos, también para abrirnos a nuevas perspectivas y opiniones.
La secuencia que citas es tal vez la mejor de la película. Y que viene precedida por el "cuento" que debe inventarse antes Will, un poco al estilo "La vida es bella", para que el niño no sufra la realidad.
Saludos !
Aunque aún no la he visto, todo parece indicar que Will Smith aguanta muy bien el tipo y lleva sus hombros la película. Me alegro por él.
Un saludo
Creo que, cuando termine los examenes, voy a ir a verla al cine. Me pica la curiosidad, fijate tú, Will smith siempre me encantó, desde el principe de beler :)
Muy buena crítica ;)
Un abrazo, Dani.
A mí, pese a haber leído ya varias reseñas positivas como la tuya, sigue dándome muy muy mala espina la película... eso sí, me alegro que la pelicula respete una de las cosas por las que Will Smith me cae bien... es que es demasiado simpático como pa odiarle! XD
Uff pues yo me kedo con freddyvoorhees, me da mala espina y me tiene pinta de telefilm enorme!
Además esta semana Little Children (MWUAJAJA) y Diamante De Sangre... creo... tengo ganas de ver The Host!!
Saludos!
Dr. Strangelove: tal vez no quede demasiado bien decir esto, pero me alegro también por su nominación al Óscar.
Dani de Vicente: Pues en mi opinión, es de lo mejorcito en cuanto a drama "made in Hollywood' actual. Ya me dirá. Suerte en los exámenes, y ¡gracias!
Freddyvoorhees: Will Smit cae simpático. Si incluso en "Yo, robot", donde su personaje no le pegaba para nada, se le podía perdonar.
Donnie: A eso se le llama tener una agenda apretada. Y no se me olvide de "La ciencia del sueño".
Me da mucha pereza ver el melodrama telefílmico este, y más habiendo otras alternativas que me atraen mucho más, por no mencionar las que se me están quedando pendientes de semanas anteriores. De todas formas, le daré una oportunidad más adelante en dvd o por la tele, para ver qué tal se desenvuelve Will Smith. Ni me apasiona ni me cae mal, pero creo que puede dar una muy buena interpretación, como ya demostró en Alí.
Sí, señor. Ojalá todo el cine comercial fuese así, visible al menos.
Un saludo!
Pues bien, habrá que verla cuando llegue a estas tierras; parece que en más de una cosa terminaré por empatizarme (gulp) con el personaje de Smith. Saludos.
Marnie: Será muy interesante conocer su opinión cuando la vea. Por mi parte, creí que sería un buen tostón, rutinario y cansino, y no!.
Rosenrod: Que sepa que ya he leído su crítica en la butaca (y estoy esperando a que la enlace en su blog para dejarle un comentario). Es verdad que a nivel de contenido se le pueden encontrar muchas pegas a esta película, en cambio su factura (entre otras virtudes) es impecable.
La otra chilanga: Si es usted de las que va un poco estresada, arriba y abajo, siempre atareada, no hay duda que, de algun modo y otro, acabará identificándose con ese personaje.
Es una peli que se puede emparentar al cine europeo de Ken Loach y demás cine social de paises del este, o incluso nuestro cine patrio.
Me explico. El personaje de Will Smith tiene esos problemas sociales del día a día que Hollywood nunca ha tocado del modo que lo hace aqui Muccino (italiano de nacimiento). Por supuesto que esa busqueda de la felicidad, el sueño americano y demás, es la eterna premisa argumental del cine americano, pero existe aquí un cierto toque del viejo continente, con problemas como la presencia de hacienda en el momento menos esperado, el no poder recoger al hijo del colegio, o el ser desahuciado del hogar por la precaria situacion economica...hechos que me recordaron a otros momentos del cine social europeo y sus argumentos basados en la continua superacion de adversidades en situaciones delicadas.
La pelicula roza la lagrima facil en infinidad de ocasiones pero siempre la logra evitarla en el último momento, por lo que me ha parecido un film superior a la media y con una interpretacion digna de elogio de Will Smith, que aparece en el 100% de los planos y mantiene el tipo en todo momento y con todo tipo de recursos.
Por su realismo mágico, la mezcla de cine europeo y hollywoodiense y su musica, bonita, aunque tambien machacona, me recordó mucho a "En America".
Un saludo!
Robgordon: Por lo que expone así parece, aunque nunca se me había ocurrido que hubiera tantos elementos en común con el cine que refleja una realidad social y económica a la europea. Vista así se asemeja al (mejor) cine de Ken Loach, convenientemente pasado por el filtro de Hollywood.
Y también me sorprende (muy gratamente) el que parezca haber unanimidad en que Will Smith, a pesar de aparecer en prácticamente todos los planos, no se nos haga odioso.
La música, dentro del panorama reciente, escaso en cuanto a partituras memorables, es de las que me han llamado la atención.
Bastante de acuerdo en muchas cosas de tu critica. Eso si, yo no creo que te metas en a piel del personaje principal por insistencia. En realidad, este tipo de personajes son facilmente identificables y, de terrenales y realistas, caen bien al momento y se sienta lastima por ellos y su vulnerabilidad.
Luego, por supuesto, estan los que no tragan estas pelis de superacion personal y de alcanzar el sueño americano y ni siquiera intentan acercarse al protagonista.
Saludos.
John Trent: Aunque siempre supiera que todo iba a acabar la mar de bien (y porque ya había leído de su historia real y sabía como terminaría, y esto, no creo que sea ningún 'spoiler' decirlo), me metí en su piel, y llegué a sufrir y a estar en tensión. Ni siquiera me molestó esa "insistencia" de Will Smith en aparecer prácticamente en el 100 % de los planos. Esta película está (muy) por encima de la media de los dramones americanos de superación personal y similares. Yo recomendaría a los que tienen prejuicios (como yo) al respecto que le dieran una oportunidad. Buen cine comercial.
Yo tambien la recomende en mi critica, pero creo que la gente que tiene prejuicios a este tipo de pelis, aunque la vaya a ver, esos prejuicios jugaran en contra de la mayoria de ellos.
John Trent: A mi me parece que también.
Totalmente de acuerdo (puedes leer la reseña en mi pagina). Me parecio un "made in" y lo del sueño americano totalmente cierto. Hay otras peliculas que han hecho lo mismo y esta no muestra nada nuevo.
Por supuesto que la pelicula cumple su proposito y es inspirarte pero lo malo es que lo hace desde que sales de la sala de cine hasta el baño del mismo teatro.
Marco Velez: Compruebo que poco sobrevivió en su memoria una vez acabada la proyección. Aunque me resulta un producto, eso sí, muy típico "made in Hollywood", por encima de la media.
Saludos !
Pues yo no trago al Sr. Smith, me lo mire por donde me lo mire..no puedo con él.
:S
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