miércoles, 18 de octubre de 2006

Crítica: " Nueve vidas "











Historias
minimalistas
. Nueve episodios independientes protagonizados por mujeres; con una duración de unos doce minutos por episodio; y rodados con una sola toma, en plano secuencia.
Historias portentosas. En cada episodio y detrás de cada una de sus protagonistas se esconde un pasado, un presente y ¡toda una vida!.
El colombiano Rodrigo García (Cosas que diría con sólo mirarla) parece recoger en Nueve vidas el testigo de su padre, el afamado escritor Gabriel García Márquez, en lo referente a relatos breves. Pero Rodrigo, en lugar de palabras impresas, utiliza la cámara.
Una reclusa (Elpidia Carrillo), en su día de visitas, tiene problemas para ver a su hija. Una embarazada (Robin Wright-Penn), de compras en un supermercado, se reencuentra con un antiguo amor. Una hija (Lisa Gay Hamilton), de vuelta a su hogar, está decidida a saltar cuentas con su padre por una infancia traumática. Una esposa (Sissy Spacek), cuyo marido está tetrapléjico, a punto de mantener un encuentro sexual extramatrimonial en un motel. Otra esposa (Kathy Baker), ingresada en el hospital, sufre un ataque de histeria ante la inminente extirpación de uno de sus pechos. Y así hasta nueve vidas.

Madres, amantes, divorciadas, esposas e hijas conforman los personajes que arrastran, sufren o guardan para ellas mismas problemas de frustación, incomunicación, pérdidas, soledades o quizás simplemente de mala suerte, en una estructura de episodios independientes, pero que poco a poco irán adquiriendo lazos invisibles de complicidad y unión entre sus personajes.
Por ello no será en el noveno, y último relato, cuando la condición de homenaje al universo femenino quede explícito. Es cuando una madre (Glenn Close) acude junto a su hija (Dakota Fanning) al cementerio para visitar la tumba de un familiar. Con la presencia de un gato la niña pregunta el porqué los felinos tienen “nueve vidas” (licencia artística, en lugar de “siete vidas”).

Es entonces cuando Rodrigo García nos desvela su paralelismo. Que las mujeres, como los gatos, tienen la capacidad de reponerse o sobrevivir a todo tipo de adversidades. Por muy fuertes que sean los golpes o las caídas, ellas mantendrán el tipo.

Y hay que estar muy atento al final de este último episodio porque, lo que es una visita rutinaria, donde poco o nada va a ocurrir, cambiará de repente con una sorpresa que nos helará la sangre.
Bastará con un giro de la cámara de 360 grados que, partiendo del encuadre de madre e hija sentadas encima de la hierba, volverá al mismo punto sólo para darnos de bruces con la tragedia que se escondía en este episodio de apariencia banal.


Valoración: ( ** )
Usted mism@ ( ● ) – Floja ( * ) – Se puede ver ( ** ) – Buena ( *** ) – Muy buena ( **** ) – Obra Maestra ( ***** )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo muchísimas ganas de ver la película. Por lo que veo el director sabe plasmar la fortaleza interior de las mujeres para afrontar todo lo que se les presente en la vida. Me has dejado intrigada con el final...

Te invito a mi rincón, también es sobre cine!

Saludos desde Rod@ndo!

Carles Rull dijo...

¡Bienvenida Sayury!
Espero con ganas conocer tu opinión sobre "Nueve vidas" cuando la publiques en tu 'blog'.
¡Un abrazo!