domingo, 22 de octubre de 2006

Crítica: " Hijos de los hombres "











Antes una película de ciencia-ficción
, o futurista, nos traía imágenes de automóviles voladores, edificios vanguardistas y gente vestida con trajes muy ajustados y raros. Pero ahora ya no.
El futuro que nos plasma el mexicano Alfonso Cuarón, adaptando una novela de P.D. James, es muy cercano, demasiado reconocible en cualquiera de las imágenes de un telediario.
Arropado por la excelente fotografía, oscura, cochambrosa, pero cuidada, de Emmanuel Lubezki, lo que vemos son ciudades afectadas por disturbios sociales, guerrillas urbanas, terrorismo, masas de inmigrantes que malviven perseguidos, bares en los que en el instante menos pensado explota una bomba, gobiernos que en su intento de mantener un orden caen en el fascismo y “el estado de sitio”, tanques y el ejército tomando las calles. Y la gente ya no viste de forma tan rara. Es igual que nosotros.
En este futuro que nos dibuja Cuarón, el 2027, la humanidad ya no puede procrear. Las mujeres se han vuelto infértiles. Ya no hay hijos de los hombres, y cuando muera el último ser vivo del planeta, no quedará nadie más de nuestra especie.




Abocados a su propio apocalipsis, el desorden y el caos reina en el mundo. La persona más joven del planeta, el brasileño Diego Ricardo, acaba de suicidarse abrumado por la popularidad. Mujeres y hombres lloran desconsoládamente su pérdida.
Pero un panorama tan desolador necesita también de un brote de esperanza, y el germen de ésta se encuentra dentro del vientre de una “fugi”, inmigrante ilegal, negra. Una joven embarazada llamada Kee (Claire-Hope Ashitey).
Su involuntario ángel guardián será un funcionario desengañado, Theodore Faron (Clive Owen), con un pasado activista a favor de los derechos humanos. Él deberá conducirla hasta el pequeño reducto, quizás sólo una quimera, que puede acoger y utilizar a Kee y su semilla con objetivos humanitarios y no partidistas.




Antes deberán atravesar parajes golpeados por la vigilancia gubernamental, por las luchas de poderes en el seno de una misma organización, por escaramuzas de las guerrillas. Habrá muchos sacrificados en el trayecto.
La acción da a lugar a escenas tan impactantes como la del ataque al coche donde viajan Kee, Theodore y Julian (Julianne Moore), ex esposa del protagonista, aún activista en pleno apogeo y protectora de la muchacha embarazada. Escena sorprendente y excelentemente filmada.
Y, aunque aquí las opiniones serán para todos los gustos, Alfonso Cuarón situa hacia el final otra de las escenas cumbre de la película. Cuando un suceso logra, por una vez amigos y enemigos, se den una tregua, paren y dejen paso a la esperanza.



Entre tanta sordidez, Michael Caine, como el hippie fumeta Jasper, se encarga de asumir los momentos más simpáticos, los que cuentan con alguna nota de humor.
Pero la crónica de Hijos de los hombres no sólo es un parte de guerra o ciencia-ficción. Es también un reflejo de lo que nos atemoriza hoy mismo. Riadas de personas abandonando su país, tensiones multirraciales, protestas callejeras, fobias sociales, sistemas dictadoriales enmascarados en la democracia, focos de tensión internacional… y una sociedad (o “suciedad”) aquejada de infertilidad para aportar nuevas políticas, más recursos, ideas, motivaciones, esperanzas.


Valoración: ( *** )

Usted mism@ ( ● ) – Floja ( * ) – Se puede ver ( ** ) – Buena ( *** ) – Muy buena ( **** ) – Obra Maestra ( ***** )

10 comentarios:

John Trent dijo...

Por Internet esta surgiendo con esta pelicula un entusiasmo generalizado semejante al que ha precedido el estreno de El labertino del Fauno, que todo sea dicho, es buena pero NO TANTO.

Lo malo es que se crean demasiadas expectativas y puede terminar decepcionandome. Pero, de momento, esperare una muy buena pelicula de Alfonso Cuaron (aunque se lucio con la aburridisima Harry Potter y yo que se mas).

Saludos.

Rosenrod dijo...

Las dos secuencias que comentas son clave, y una maravilla.

Un saludo!

Carles Rull dijo...

A John Trent: es cierto que tanto "Hijos de los hombres", como "El laberinto del fauno" están levantando pasiones. Hacía mucho tiempo que el cine fantástico no daba frutos tan buenos ¡y en una misma temporada!

A Rosenbud: Secuencias memorables. Y pronto llegarán títulos como "Infiltrados", "Banderas de nuestros padres", "Babel", "Apocalypto"... Puede que este sea un año histórico.

Anónimo dijo...

Impresionante película de Alfonso Cuarón, intensísima y con gran fuerza dramática.
Se puede inscribir en varios géneros, aunque quizás el de "anticipación" sea el más conveniente y acertado.
Una película dura y muy violenta, con una violencia explosiva, áspera, que salpica a base de estallidos, aunque el tercio final sea de una brutalidad sin límites.
Empero, durante todo el metraje hay detalles de humor, un humor inteligente, que aparece incluso en los momentos más dramáticos.
Buenas interpretaciones (excelente Michael Caine, a quien es un placer oírle en versión original), y una perfecta ambientación con magníficos decorados, como suele ser habitual en los trabajos de Cuarón (aunque en este caso no sean "bonitos", pues la historia transcurre en un futuro feo, sucio y desolador).
Retrato, esperemos que no perfecto, del futuro próximo que nos espera, si no ponemos el remedio entre todos

Carles Rull dijo...

A Iñaki Bilbao: detalles de humor a lo largo de todo el metraje... pues recuerdo esos momentos en que el protagonista se pasea con cara escéptico y con cara de asombro, de "esto no va conmigo", viendo como (casi) todo el mundo habla y llora la pérdida de la persona más joven del planeta. Algo parecido me ocurrió a mí hace unos años con lo de "Gran Hermano". No te libraras de oir, por la calle, en el trabajo, en el tren o metro, comentarios sobre "nominaciones", "este me cae bien o mal"... ¡En fin! que la película sin esos leves destellos de humor que usted señala pecaría de demasiado solemne, pretenciosa y sórdida. Cuarón logra un conjunto bien equilibrado.

Anónimo dijo...

Hola a tod@s,

Pues sí, estoy de acuerdo. Están muy bien esos detalles de fino (muy fino) humor, gracias a los cuales la película resulta más creíble.

Un afectuoso saludo.

Iñaki

Antonio Rando dijo...

A mi esta película me decepcionó un poco. Al leer de qué iba el argumento, esa idea base de la que partía la trama, me esperaba un aluvión de hipótesis y elucubraciones sobre las causas de tal calamidad, pero no. Aunque, bueno, si la peli deja la libertad al espectador de generar sus propias teorías y conjeturas, bienvenido sea. Aparte de esto, emocionalmente la vi un poco plana, lo que hace más frió y sórdido el tema, y la puesta en escena; así que no hay mal que por bien no venga, aunque estas cosas, como ya digo, las eché en falta en un principio. El ritmo se me hizo algo cansino también.
Lo que me encantó fue esa recreación futurista anticipatorio brutal, sórdida y lapidaria, realmente turbadora y aplastante; un mazazo. Y lo que apuntáis por ahí, ese mundo que retrata Cuarón lo vemos actualmente germinar por doquier. Cuarón ha amplificado todos los aspectos y elementos de inestabilidad y declive que ya se dan en nuestras sociedades a día de hoy. Así que quizá de ciencia-ficción tiene poco la película, sería más bien de anticipación, o así acaba percibiéndola uno, y el malestar que genera en el espectador, junto con la ambientación bestial, se hace más hondo.

Carles Rull dijo...

Irian-Hallstatt: Poco más puedo añadir a tu comentario porque la verdad es que coincido plenamente en él, incluso en que me dejó algo frío y cansina en algunos momentos. No por ello, como tú, dejo de aplaudir la propuesta y sus (numerosos) aciertos. Tal vez lo mejor es que parece que se está convertiendo en un título de culto.

Ramón Besonías dijo...

Estupenda película, de un calado político muy jugoso. Los mejicanos están reanimando el género fantástico y de ciencia-ficción.

Un saludo. Si os apetece dejaros pasar por OjO de buey:

http://elhilodepenelope.blogspot.com/2007/05/hijos-de-los-hombres.html

Carles Rull dijo...

Ojo de Buey: Muy cierto. Lo mejor del cine fantástico parece proceder de Méjico.