miércoles, 10 de enero de 2007

Crítica: "Banderas de nuestros padres"














Una hazaña lo de Clint Eastwood. 76 años y aún dando mucha guerra con “Banderas de nuestros padres”, un ejemplo de su sabiduría, buen gusto y clasicismo a la hora de filmar. Brindándonos espectáculo y cine de autor a la vez.
Como nunca habíamos visto antes en sus películas, combina las secuencias más intimistas con la acción a lo grande. Necesario para mostrar el doble conflicto, o los dos frentes abiertos durante II Guerra Mundial: uno en primera linea de combate, con millares de jóvenes muriendo; y el otro en las propias ciudades y pueblos de la nación, sitiados y resistiendo contra el enemigo (caso, por ejemplo, de Francia), o alejados del disparo de bombas y ametralladoras (caso de los EE.UU.), pero con la imperiosa necesidad de recaudar las inmensas cantidades de dinero con las que costear todo el material de guerra.
El film se abre con la escena de un soldado sólo, desorientado y atemorizado en medio de un desértico terreno de batalla, oyendo los gritos de auxilio y los estruendos del combate.

Sin héroes ni villanos.
El episodio se corresponde con la pesadilla de un hombre mayor que aún se despierta de golpe con las pesadillas del pasado, aislado y desamparado por los traumas de semejante experiencia.
Las primeras imágenes y diálogos constatan la que será la mirada del cineasta. Poco después, una voz ‘en off ‘ concreta esta visión: “Hay muchos imbéciles que creen saber lo que es la guerra, sobre todo aquellos que no han estado en una. Les gusta las cosas bien claritas: buenos y malos, héroes y villanos. De eso también hay, pero la mayoría de las veces no son los que nosotros creemos”.
Se nos muestra la heroicidad de las fuerzas norteamericanas durante la invasión de la isla de Iwo Jima en 1944, isla volcánica y punto estratégico. Y a unos villanos a los que hay que derrotar, por supuesto, por el bien de la humanidad: los japoneses. Espléndidas son las imágenes de los cañones y fusibles nipones surgiendo casi de la nada, de entre los fortines y túneles, como si fueran un enemigo fantasmagórico, una amenaza que acecha a los protagonistas en unas escenas dignas del género fantástico.
Pero en realidad no hay héroes ni villanos. Los combatientes yanquis reconocen que, por mucho que se hable de patriotismo, libertad y otras cosas, su lucha es por supervivencia o compañerismo. Tampoco hay villanos, pues los japonenes son vistos con un cierto respeto. Para completar esta visión pronto tendremos “Cartas desde Iwo Jima”, lo mismo pero desde la perspectiva japonesa, y la de los perdedores.

En forma.
Luego está el otro frente, el de políticos y militares enfrascados en la misión de vender millones de bonos de guerra con los que financiarse. Aquí interviene todo el circo mediático y político ensalzando ante la opinión pública a tres de los seis supervivientes que levantaron una bandera norteamericana en el monte Suribachi.
La necesidad de iconos y héroes convirtió a tres jóvenes en ídolos. Pero también eran héroes que dudaban de su condición, que creían traicionar a los auténticos héroes, usurpándoles honores a sus compañeros muertos en el campo de batalla. Y héroes con fecha de caducidad, que muy poco después pasarían a ser unos don nadie. Y nisiquiera los artífices de manipular y vender su imagen podrían ser considerados como villanos. Recaudar muchísimos dólares cada día era imprescindible. El equipaje, el armamento o el combustible, no aparece de la nada.
Eastwood logra en gran medida reunir y transmitir los temas y matices propuestos, con una extraordinaria fotografía, de colores apagados, encuadres de una plasticidad pictórica y un diseño de producción que nos mete de lleno en la época y el momento.
También nos hace tomar distancia, y buscar la reflexión, con una estructura del relato que avanza y retrocede en los hechos, que incluso no nos permite identificar cómodamente a otros secundarios, héroes y mártires anónimos, lanzados a un destino fatuo, y sólo recordados por los sollozos de sus madres.
Puede que el apartado de interpretaciones sea más anodino que el deseable, o que su ritmo y brillantez sea irregular, sobre todo en su tramo final, pero Eastwood sigue (muy) en forma.

Valoración: ( **** )

Usted mism@ (●) – Floja (*) – Se puede ver (**) – Buena (***) – Muy buena (****) – Obra Maestra ( ***** )


Y para completar esta “doble sesión” de cine les dejo además con una comedia de Preston Sturges: “¡Salve, héroe victoriano!” (Hail the conquering hero!), precisamente de 1944, y tan poco conocida y divulgada como divertida y genial. Con muchos puntos en común sobre el recibimiento popular de un héroe de guerra al regresar a su pueblo natal.

Si desean descubrirla, pueden ir a www.cinempatia.wordpress.com o pulsar aquí.

TAMBIÉN PUEDE CONSULTAR:

- Álex (Antarctica starts here): "
Desgraciadamente y pese a su notable esfuerzo, la atonía reina a sus anchas durante la parte central de película."
- Donnie Darko (Donnie Darko): "
no llega a ser una obra maestra, pero es una pequeña joyita del cine que nadie debería perderse."
- El criticón de cine: "'Banderas de nuestros padres' es una película que, difícilmente, no gustará."
- Mr. Bristow (My own world): "
Si hay algo que puede hacer bajar el listón de la película es el reparto, que a mi parecer no ha estado a la altura. Aunque eso no evita que, Banderas de Nuestros Padres (flags of our fathers), se convierta en otra joyita".
-
Iñaki Bilbao (PelisBilbao): ""Banderas de nuestros padres" es, repito, una obra maestra sin discusión alguna, enormemente entretenida, que se seguiría con gusto y también dolor"
- Rosenrod (La butaca): "
tenemos una buena y una mala noticia: la buena, que Clint sigue ahí, y aún tiene el pulso firme. La mala, que esta vez no ha podido ser"

Ver trailer: thetrailerweb

19 comentarios:

admin dijo...

Te he votado en el concurso de 20 Minutos! A ver, a ver, qué pasa...

Anónimo dijo...

Superado el susto de pulsar el enlace de tu page y hallarme tan desorientado como el soldado que da el pistolezado inicial a la peli de Eastwood, te diré que nuestra opinión no difiere tanto como pudiera parecer.

De hecho, la mayor distancia entre mi opinión y la tuya reside en el bloque de la cinta que resulta más irregular. Para mí, ese tramo final es la esencia del cine de Eastwood. La marca de agua que identifica su maestría. Los últimos cuarenta minutos son sencillamente insuperables.

El problema es otro. Un guión mal trazado. Un montaje eficaz pero carente de emotividad en los dos primeros tercios de la película. Finalmente, una dirección voluntariosa pero desorientada, que da la impresión de volcar toda su energía y atención en el segmento final.

En cualquier caso, "Banderas de nuestros padres" es brillante. Y aunque ya sabes lo de mi fobia hacia las estrellitas, esa calificación tuya (cuatro sobre cinco) no andaría lejos de la mía.

Felicidades por tu nuevo hogar virtual y suerte en el concurso de 20 minutos. Sin duda, tu cuidado blog merece figurar en la lucha.

Saludos.

Donnie dijo...

Hum totalmente de acuerdo contigo, una gran crítica para una gran película!

A ver qué tal Cartas desde Iwo Jima, creo que su forma va a ser aún más íntimista que la de Banderas de Nuestros Padres...

Ya deseo que llegue febrero para verla (aunque los parciales no me hacen gracia ningua xD)

SALUDOS!!

Carles Rull dijo...

Porfineslunes: Eso, a ver como va. ¡Gracias por el voto!

Alex: No puedo más que coincidir en que el último tramo de la película es puro "Eastwood", y aunque lo pueda calificar de "irregular" también coincido en que esos cuarenta minutos finales continen muy buen cine y no contribuyen, para mí, a una peor valoración de la película.
En cuanto a ese "montaje eficaz pero carente de emotividad", me pregunto si Eastwood más que emocionar o impactar lo que busca es la reflexión, dejar que sea el espectador el que vaya atando cabos, incluso mucho después de terminada la proyección.
Es una película brillante. Y ¡gracias por tu comentario sobre mi presencia en el concurso de 20 Minutos!

Donnie: Creo que "Cartas de Iwo Jima" (sobre la que se ha puesto ya demasiada expectación), será un complemento (o un todo) perfecto junto con "Banderas de nuestros padres". Incluso es muy posible que una no pueda acabar de entenderse sin la otra. O al menos esa, pienso yo, sería la intención inicial del maestro Eastwood.

Anónimo dijo...

Luego te voto en el concurso de 20 minutos, al que por cierto no le estoy haciendo ningún caso

Vamos con Las banderas de nuestros padres quue llevo días postergando para verla... sigo oyendo de todo... en tu caso bastante bueno. De hecho m,ás de lo que pensaba... pero todavía estoy intentando conseguir tu última recomendación (Un hombre sin pasado)

Un saludo, cineahora!

Y lo dicho, luego tendrás mi voto

Carles Rull dijo...

Pequeñoibán: Pues, cuenta conmigo también para apoyarte en el concurso de 20 Minutos.
Y sobre "Banderas de nuestros padres", y con todo el mundo esperando "Cartas desde Iwo Jima", reconozco que me sorprendió muchísimo más de lo que esperaba.

Un saludo !

Anónimo dijo...

Pues va a ser que en esta ocasión no coincidimos salvo en el asunto de las interpretaciones y que baja hacia el final... pero es que aparte a mí la película me dejó muy frio... comienza bien... pero no logra llegarme y llegado cierto momento creo que se le escapa totalmente de las manos a Eastwood con saltos temporales que quedan bastante mal y además la inclusión de la parte contemporánea como narradora de la historia me resulta repelente a más no poder!

Saludetillos!

Natalia Book dijo...

Como parece que es la peli de la semana a lo mejor me repito un poco. Pero a mí me da la impresión que para comprender el verdadero alcance de la peli (o m ás bien del proyecto) deberíamos esperar a Cartas.. .
La idea de hacer las dos pelis a la vez me parece genial.
El problema es que Clint nos acostumbró muy mal presentándonos anteriormente dos grandísimas películas (Mystic y Million)
Saludos

Carles Rull dijo...

Freddyvoorhees: La mayoría de los defectos que señalas son los que pensé después de verla. Pero luego me encontré que la película iba creciendo cuando más pensaba en ella.

Natalia Book: También estoy convencido que la visión de "Banderas de nuestros padres" será incompleta hasta que no se estrene "Cartas desde Iwo Jima".
Y totalmente de acuerdo en que tanto "Million Dollar Baby" como "Mystic river" eran grandes. Sin olvidar la extraordinaria obra maestra que es "Sin perdón".

Saludos !

Anónimo dijo...

Puf, yo directamente maté cualquier posible pensamiento futuro al meterme acto seguido a ver Hollywoodland y esa sí que me gustó :)

Fedush dijo...

Eastwood nos tiene acostumbrados a obras maestras. Además la peli está producida por Spilberg. Este tándem no suele fallar. Todavía me quedan secuelas de Million Dollar Baby, que peliculón.
Tienes un blog muy bueno. Te votaré.
Si te gusta mi blog, vótame para los Premios 20 Blog: http://fedush.blogspot.com . Un saludo

Anónimo dijo...

Iba a comentarte hace días sobre esta peli, pero es que te voy a decir lo mismo que escribí en otros blogs, algunos de los cuales tienes enlazados, porque tampoco he cambiado de opinión XD Así que directamente te copipasteo:

Me pareció una película muy irregular y regulera. Desde luego tiene grandes momentos, prácticamente todos concentrados en las escenas de guerra. Pero el resto me pareció muy cansino. Entre la narración caótica y reiterativa, y la insistencia en machacarnos su mensaje por todos los medios habidos y por haber, te saca constantemente de la historia, eso si en algún momento has llegado a meterte en ella y en sus personajes, para mí no muy bien tratados. Aparte, es que el actor que hace de indio me pareció pésimo. Típico saco de patatas acartonado cuyo mayor recurso interpretativo es poner siempre cara de "ay, que me he pillado un huevo". Y con la importancia que tiene en la trama, es un delito que lo eligieran.

Saludos!

Carles Rull dijo...

Freddyvoorhees: No pienso perderme tu recomendación de ver "Hollywoodland", aunque sólo sea para comprobar que Ben Affleck actúa bien!

Fedush: No negaré que yo también siento una devoción especial tanto por Spielberg como por Eastwood, pero, por alguna razón será. Y agradecerte sinceramente tus palabras sobre el 'blog', y visitaré (también votaré) el tuyo.

Marnie: Jeje! Si el actor que hace de indio lee tu comentario, eso de "típico saco de patatas acartonado", creo que deja el oficio de actor y se vuelve a hacer de camarero, o se abre un restaurante, tipo "Rocky Balboa".

admin dijo...

Pues estoy un poco extrañado: te voté estos días, pero ahora tu cuenta aparece a cero! Además, ¿no estabas antes inscrito en unas categorías y ahora ya no?? No entiendo. Te iba a proponer por otro lado un intercambio de votos regular, si te interesa.

Carles Rull dijo...

Por fin es lunes: Tu comentario me viene de perlas, porque sí que estaba notando que algo le ocurría a mi marcador de votos.
Por lo demás, sólo estoy inscrito en la categoría de "cine".
A ver si lo puedo resolver. Y eso, sigo votándote.

Un abrazo !

The Thing dijo...

Pues... la verdad, no me ha gustado tanto la película como veo que a ti sí. Coincido con marnie, y otros, en que es irregular como un mar embravecido, con idas y venidas, reiteraciones reiteradas y repetitivas (nótese la repetición) sobre lo mismo.

Con media hora menos de metraje y algo más de linealidad en la narración, sin tanto salto de aquí para allá y sabiendo dónde estamos en cada momento habría subido más mi valoración (6.5/10).

El que hace de indio, hummm... no es que lo haga mal, es que le sale de dentro ;-)

Lo que sí es de mención es la escena del desembarco, tan impactante o más que Salvar al soldadito de plomo, pero con menos tomate frito desperdigado.

Un saludo.

Carles Rull dijo...

The thing: Mientras la veía también eché de menos, en este caso, una mayor linealidad de la historia (tanto salto en el tiempo me sacaba constamente de la película). Lo mismo me ocurrió con esa sensación que era algo reiterativa.
Pero curiosamente, al cuestionarme después sobre estos recursos, me dio la impresión que encajaba, que Eastwood no buscaba una narración cómoda y que incluso utilizaba esta reiteración, cual figura retórica (y que culto me he vuelto con esta frase), para su mirada de los hechos.
En otros directores lo consideraría un error, una incapacidad en la narración, pero en Eastwood, y (supongo) dando su visto bueno al guión, más bien eso, un recurso con toda la intención del mundo.

The Thing dijo...

No sé yo si porque sea Eastwood tenemos que aceptar que es bueno si en otros sería malo esa especie de recurso narrativo.

Lo digo porque, para mí, el recurso debe estar al servicio de la narración, no la narración al servicio del recurso, como parece estar aquí.

Un saludo.

P.D. Te voy a enlazar desde mi blog, si quieres ya sabes :-)

Carles Rull dijo...

The Thing: Totalmente de acuerdo en que en una buena película (o en una película extraordinaría, forma y contenido deben estar relacionados. Lo de destacar a Eastwood es porque para mí, puedan gustar más o menos sus obras, me parece que se lo ha ganado.
En este caso, los recursos de reiteración, o de tanto salto temporal, a mi modo de ver, impiden una mayor concentración en la historia y personajes. Busca la reflexión. Pero si defiendo esta idea es precisamente porque "Banderas..." me ha gustado.
Y gracias por el enlaze. También quedas linkado.

Un saludo.