lunes, 14 de mayo de 2007

Crítica: "Los fantasmas de Goya" (DVD)

La caricatura, por su deformación con intenciones críticas; lo grotesco, por su singular mezcla de belleza y fealdad; y el esperpento, por su extravagancia rayana en la ridiculez; requieren para llegar a buen puerto convenientes dosis de genio, e ingenio. Parte de la pintura y los grabados de Francisco de Goya tenían ese don, y la película de Milos Forman intenta seguirle el rastro, recoger algo de ese contenido, de esa forma del autor de “La maja desnuda”.
Goya fue testigo privilegiado de una época crucial de la Historia española, a caballo entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, con las monarquías absolutas, la invasión napoleónica y los ideales de la Revolución Francesa, de los ilustrados, forjados en los conceptos de Libertad, Igualdad y Fraternidad, incluso transmitidos a sangre, fuego y guillotinazo.
Goya vivió todo este periodo de contradicciones, crítico contra el Oficio de la Santa Inquisición, el poder de los nobles y la explotación del pueblo, la mujer y los campesinos. Lo hizo sin involucrarse activamente, por medio de sus obras satíricas, reflejando todo el horror del que es capaz de fabricar o experimentar el ser humano.

¿Dónde vas, Milos Forman?
Y Forman, apoyado en el excelente guionista, y gran conocedor de nuestra Historia, Jean-Claude Carrière, poseía un inmejorable material. Pero, también con la inestimable aportación de Carrière, acaba convirtiéndolo en un desatado folletín de lo más ridículo.
Una joven musa del pintor, Inés (Natalie Portman), hija de un próspero comerciante, es el sujeto elegido por la Santa Inquisición para reemprender sus tareas de caza y tortura de herejes. Encarcelada y humillada injustamente por una simpleza, será sometida a “cuestión”, o sea, a tortura para que confiese; mientras un atribulado Goya intenta hacer algo para ayudarla, y un tal Hermano Lorenzo (Javier Bardem), arribista y chaquetero, experimente las tentaciones de la carne con ella.
No están nada mal sus primeros 50 minutos, pero lo que sigue a posteriori pierde las riendas. No sólo la lección de Historia que pretende darnos es absurda, por evidente y un maníqueismo innecesario, sinó que la planificación cinematográfica de Forman se consuma como televisiva y plana, saturada de planos medios y cortos más propios de un aficionado. Los tiempos de “Amadeus” o “Man on the moon” parecen quedar lejos.
Ello no resta algunas tres o cuatro buenas escenas, como la repentina conclusión del interrogatorio de Inés ante unos muy puestos monjes; o la que nos describe el cuidado proceso de elaboración de los grabados.

Brochazo gordo.
Pero los despropósitos se van acumulando. Ni siquiera sirve que pasemos por alto que, cuando en mitad del metraje un cartel nos indica que han pasado 15 años, el tiempo parece no haber transcurrido para los personajes, sólo en el rostro de Natalie Portman, y por una dentadura postiza que la desfigura.
A pesar de las injusticias y turbulencias que se nos describe, el auténtico delito (cinematográfico), se acentúa con las interpretaciones. Stellan Skarsgard está muy bien como Goya, pero es también un Goya inverosímil: un tipo la mar de simpático y amigable, tras el que resulta muy difícil entrever al artista obsesionado y torturado que pintó los horrores y desastres de su época.
Y lo de Bardem no tiene nombre. Sobreactuado e igual de poco convincente como capellán o como afrancesado, se dobla a si mismo y, aún teniendo en cuenta las dificultades que ello comporta, en frío y casi sin recordar el rodaje; arranca una interpretación de lo más absurda y risible.
Sólo las breves apariciones de Randy Quaid, como el Rey Carlos; y de Blanca Portillo, como la reina María Luísa, deparan algun placer, en una película que acaba convirtiéndose en una fantasmada, y además pintada en brocha gorda, muy gorda. Y aquí aplicaré aquel dicho de: "lo que importa no es como se empieza, sinó como se acaba"...

Valoración: (●)

(*****) Obra maestra. Disfrute total.
(****) Me ha gustado muchísimo. ¡Una maravilla!

(***) Me ha gustado. Buena película,
(**) Me ha gustado, pero con reparos.

(*) No me ha gustado, pero tiene sus "cosillas"
(●) No me ha gustado nada, pero si le apetece, usted mism@

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues totalmente de acuerdo con usted que sabe de sobra mi opinión. Por cierto, que esta película, aunque pésima muy costosa, ha debido dejar a Saul Zaentz sin un dólar.

PD: Por cierto cineahora que en estos sistemas antispam para dejar comentario cada día hace más falta un desencriptador o debo pasarme por mi óptico.

Anónimo dijo...

Milos Forman es un director que suele contar con mis simpatías, pero ésta me dio tan mala espina ya en su momento que no llegué a verla de estreno, y todavía no me he apresurado a recuperarla siquiera como carne de videoclub. Por lo que llevo leyendo y escuchando, creo que a nadie le ha gustado lo más mínimo. Se ve que Milos muy en "forman" no estaba.

Carles Rull dijo...

Florinda Chic: Al productor le van a quedar pocas ganas de invertir más en estos pasajes históricos, o en Forman.

(Ya he quitado "la verificación de palabras". De hecho, creía que ya estaba suprimida).

Marnie: Muy poco en "Forman". Resulta difícil de creer que este director firmara algo como "Amadeus", o incluso "El escándalo de Larry Flynt".

Anónimo dijo...

A mí "El escándalo de Larry Flynt" me parece una peli muy maja. Vale, se le ve el plumero de hacia dónde se decantan claramente sus simpatías y antipatías, y Courtney Love como presunta actriz sobra casi tanto como en "Man on the moon". Pero me cae muy bien esa película. Incluso me atrevería a decir que bastante más que "Amadeus", que tal vez sea más redonda y académica cinematográficamente hablando, pero que hacía que su protagonista y sus risitas llegaran a ser irritantes XD (En realidad, hablo más bien de memoria, porque hace siglos que no la reviso).

Carles Rull dijo...

Marnie: Pues Courtney Love fue toda una agradable extravagancia en la de "Larry Flynt". Y me recuerda que en a Forman siempre se le ha tildado de manipulador, y de maniqueista.
Con motivo del estreno de "Amadeus" incluso en Italia montaron en cólera por la visión perjudicial que se daba del personaje de Salieri. Y pobre Tom Hulce, que mucha risita, pero jamás remontó el vuelo después de "Amadeus".

jazzman dijo...

No me apetecía mucho verla, y después de su crítica menos ganas aún. Pienso que el maniqueismo bien llevado a vecces es necesario, como en el caso de "Amadeus", pero hay que saber muy bien dónde está el límite, o por lo menos hacerlo de una forma disimulada.

Saludos!

Carles Rull dijo...

Jazzman: El maniqueismo no siempre está mal, porque creo que a veces hay que posicionarse. De hecho, todos lo hacemos (esto, o éste, está bien o está mal). Por ejemplo, en "El laberinto del fauno" quedaba perfecto, por su tono de cuento.
Pero en el caso de "Los fantasmas de Goya", es, digamos, un maniqueismo simple, redundante.

Saludos !

Raquel dijo...

Vaya, ¿tan mala es? La dejé pasar pero tenía ganas de verla, aunque sólo fuera por Natalie Portman, que me encanta...

Carles Rull dijo...

Empieza bien, Raquel, pero no veas como se va terciando, y como termina. Natalie Portman está muy bien, como siempre, pero también algo descolocada en esta película.